Ya vimos un rápido vistazo acerca de los orígenes del
maquillaje. Supimos por las pinturas rupestres como las mujeres del paleolítico
ya empezaban a aplicar en su rostro distintas pinturas que podían representar
muchas cosas (fertilidad, sumisión, adoración, sexo, etc.). Dimos un breve
recorrido por Roma y fuimos testigos de cómo las mujeres de la época imperial preferían
los colores claros.
Viajamos hasta Egipto y nos dimos cuenta que el maquillaje,
más que por razones estéticas, era empleado como protector solar tanto por
mujeres como por hombres. En esta entrega vamos a echar un vistazo a la
historia de la cosmetología en el siglo XX; de seguro será un viaje cautivador,
¿y por qué no?, quizás también ayude a desempolvar viejos estilos que se
quedaron en el olvido.
El fin del siglo XIX trae consigo la ruptura de ciertos
convencionalismos que ya desde antes empezaban a parecer gastados. La mujer de
la nueva centuria se hace cada vez más consciente del poder de su feminidad y
decide combinar su delicadeza innata con su empuje y ganas de salir adelante.
Esta variación en la filosofía femenina viene acompañada de un cambio en los
patrones de estética que los grandes emporios de la cosmetología empezaban a interpretar
y traducir en lo que poco a poco empezaban a ser un sinfín de líneas de
maquillaje. Cada década traerá características especiales; el cine, la
televisión y las revistas de moda irán marcando la pauta a cuanto a estilo se
refiere (ingresa al portal web y
aprende a maquillar tus ojos según su forma).
Los años 20 y 30
Fueron años difíciles, era el tiempo de la post guerra y el
inicio de la crisis financiera que llevó a la miseria a millones de personas
alrededor del mundo. No obstante todas las vicisitudes, las mujeres hacían
frente a la situación dando un mayor énfasis a su lado más enigmático. Se
emplearon las tonalidades claras y los labios eran pintados con coloretes en
forma de mancha redondeada. Para destacar los ojos se utilizaba khöl con los
párpados oscuros (morados o negros) y con forma redondeada. Las cejas se
dejaban rectas o caídas y arqueadas mientras los labios se coloreaban con tonos
granates o rojos intensos, dejando de lado el color de las comisuras en forma
de corazón o boca de piñón.
En la tercera década del siglo las mujeres comenzaron a
lucir más glamorosas y elegantes. La boca se pintaba aún de forma estrecha,
aunque ahora se trataba de hacer que luciera más natural perfilándola en forma
de “arco de cupido”. Las cejas se arquean subiendo en forma de semicírculo y
elevando el ojo; es en esos años que aparece el eye-liner, el cual se empleaba muy
fino. Eran comunes las pestañas postizas. La cuenca del ojo se marcaba con
sombras doradas, plateadas o combinadas con tonalidades marrones, azules o
violetas.
La década del
cuarenta y cincuenta
Años paradójicos; el mundo nuevamente entraba en guerra y,
quizás para disimular lo difícil de la situación las mujeres empezaron a lucir
más sensuales y coquetas, dejando un poco de lado el recato de las décadas
anteriores. Las actrices de la época marcaron tendencia; el sitio http://www.marie-claire.es/
nos dice que los labios rojos y el cabello en ondas en cascada, la tez pálida y
los ojos nadando en rimmel y eyeliner negro fueron las tendencias de toda una
generación de damas y jovencitas que querían parecerse a las leyendas del cine
contemporáneo.
Años de rebelión,
música y movimientos estudiantiles: 60 y 70
Muchas personas, ya veteranas, dicen que la mejor década del
siglo XX fue la década del sesenta. No se sabe si fue la mejor, pero que fue
una de las más convulsionadas no hay duda de ello. En el aspecto del
maquillaje, en la década de los sesenta se regresa un poco al estilo de los
años 20; las formas redondeadas vuelven a estar de moda, el maquillaje se
centra en los ojos, haciéndolos ver más grandes. Los ojos se perfilan con
eye-liner en la parte superior e inferior, creando así una forma redondeada. Las
sombras para ojos son de colores turquesa,
azules, blanquecinos y rosa pastel. Las pestañas lucen bastante exageradas,
muchas veces se usan pestañas postizas. Para los labios se aplican tonalidades
suaves y naturales; los colores rosados son los predilectos ya que brindan una
imagen de inocencia y seducción al mismo tiempo.
Los años setentas por su parte se caracterizan por el
maquillaje natural, con ojos y labios con suaves tonalidades y bronceado dorado
intenso. En estos años de liberación sexual, hippies y “paz y amor” destacan
los labios brillantes, con gloss transparente o con tenues colores melocotón o
rosa. Las mujeres rubias utilizaban delineador blanco o azul y sombras en tonos
fríos mientras que las morenas optaban por los tonos tierra o verde mar. El delineador
líquido tuvo una gran acogida en esta década.
El final de un siglo:
años 80 y 90
Se van los Beatles, Abba y The Carpentiers y llegan
Metallica, Pink Floyd y Bon Jovi. El maquillaje en estos años se caracteriza
por no ser tan cargado; lo que se busca es mayor naturalidad; no hay
preponderancia por ningún color en particular, todo se define según cada
ocasión.
Con el inicio de los ochentas se sigue manteniendo la diversidad
en las formas, aunque los looks intensos, marcados y brillantes siguen llevando
la batuta en cuanto a tendencias, con colores escandalosos, pómulos marcados en
tonalidades marrones y moradas y cejas
bien definidas.
Los noventas destacan por los maquillajes naturales, con
colores claros y luminosos. En esta época aparece el gloss; los labios
brillantes, las "caras de ángel" y la sencillez en las tonalidades
contrastan visiblemente con la ostentación de décadas anteriores.